Ante una situación en que tenemos que tomar una decisión. Un miedo prolongado o una duda eterna nos van a impedir movernos. No hará quedarnos en el cruce de caminos sin poder avanzar. En algunas ocasiones es el miedo a perder la opción no elegida la que nos impida decidir, otras veces pueden ser otras causas. Lo más importante es decidir el camino a tomar y una vez tomado intentar controlar los pensamientos que nos puedan culpar por no haber tomado el camino no elegido.