«Los árboles se nutren de cada hoja caída, al igual que una nueva esperanza se nutre de cada sueño roto»
Desde esta afirmación podemos colocarnos en la posición en que cualquier fracaso o revés que tengamos en nuestra vida ha de servir como alimento para nuevas esperanzas, nuevos sueños y nuevos proyectos. Muchas expresiones en la jerga popular van en esta misma línea, como por ejemplo: «para triunfar primero hay que fracasar»